Page 127 - eBook_ATENEA_2018
P. 127

Iván Andrés Saavedra Jaén


























































                    Iván Andrés fue un niño perseverante y tenaz, que su-  te pase, tus abuelas, tíos y primos estamos muy orgullo-
                    peró todos los retos que la vida le presentaba, con mu-  sos de ti y de tus logros, hijo querido. Deseamos que este
                    cha valentía; desde aprender a caminar hasta sus prime-  sea el comienzo de una nueva etapa en tu vida, que esta-
                    ras palabras, conllevaba un esfuerzo muy grande, pero   mos seguros conquistarás, como siempre lo has hecho,
                    siempre lo lograba. Luego llegó la etapa escolar, la tan   a pesar de todas las complicaciones que encierra el ser
                    mencionada inclusión; gracias al apoyo de su tutora Yisi,   adulto, en un mundo tan acelerado y egoísta, pero con
                    sus maestros, profesores, administrativos, la directora del   la protección de Dios, y acompañado de la sabiduría que
                    Colegio y sobre todo, muy especialmente, sus compañe-  solo se tiene cuando en el pecho llevas un corazón tan
                    ros de clase, que siempre lo han integrado con cariño, lle-  limpio como el tuyo, que solo encierra sencillez y bon-
                    ga hoy al final de esta gran carrera, alcanzando una meta   dad, sabemos que lo alcanzarás.
                    que al principio se veía muy lejana y difícil, pero que ha   Te queremos mucho hijo, sigue siempre hacia adelante,
                    estado llena de enseñanzas y satisfacciones para todos.
                                                                         allí estaremos contigo!
                    Nosotros tus padres, tu hermano José Adrián, que siem-
                    pre está preocupado y pendiente, cuidando de que nada


                                “Nunca podríamos aprender a ser valientes y pacientes
                                si solamente hubiese alegría en el mundo.” �Helen Keller.                            123
   122   123   124   125   126   127   128   129   130   131   132